DELIRIOS DE "UN PASEANTE SOLITARIO".
No puedo salir por las mañanas. Siento un agobio sofocante que me trae pensamientos sobre la inutilidad de toda mi vida, de toda mi existencia, incluso de la inanidad del mundo. ¿Qué puede hacer uno que siente su camino como esencialmente errado, extraviado? ¿Podrá encontrarse alguna vez? ¿Encontrará algún lugar que lo reconozca como propio? O estará condenado a vagar como alma en pena sin cielo ni infierno, ante un dios indiferente. La existencia, la conciencia carecen de sentido y, sin embargo, me aferro a cualquier idea o ficción como forma de sobreponerse al absurdo de la finitud, que reconoce que la infinitud es lo único que puede liberarla. Surgen los trampantojos de las metafísi...